“Si tu prioridad es tu familia ve con ella, pero yo no te puedo seguir pagando”. Esas fueron las últimas palabras que escuchó Jorge de su jefe, al referirse al tratamiento de su bebé de dos meses de edad diagnosticado con sarcoma renal (cáncer en el riñón).
En México, más de 23 mil familias tienen un caso de cáncer infantil en sus hogares.
Familias que no sólo enfrentan el duro golpe emocional del diagnóstico y los múltiples gastos que la enfermedad conlleva; en muchos de los casos, se enfrentan a despidos laborales como consecuencia de acompañar a los menores en sus tratamientos.
Jorge cuenta que, al momento del diagnóstico de su bebé, con un tumor de poco más de un kilogramo, él y su esposa pasaron 29 días seguidos en el Instituto Nacional de Pediatría (INP), en la Ciudad de México. “Nada más íbamos a bañarnos y regresábamos al hospital porque todo ese tiempo, Nico, estuvo en terapia intensiva”.
El INP exige –por protocolo médico– que un familiar, preferentemente padre o madre del menor, permanezca junto al paciente durante su internamiento, el cual es necesario para el suministro de quimioterapia (cada ciclo dura al menos cinco días continuos). En el caso de Jorge, quien perdió su empleo, pasó nueve meses acompañando a su hijo en el tratamiento de quimioterapias y radiaciones.
Nuestra Fundación, Cáncer Warriors de México, A.C., enfocada en apoyar a familias que enfrentan al cáncer infantil, se percató de la falta de respaldo legal para los
padres o tutores de menores diagnosticados con la enfermedad para que puedan ausentarse de sus centros de trabajo los días de tratamiento de sus hijos, razón que los expone a ser despedidos de forma justificada según lo establece el Artículo 47, Fracción X de la Ley Federal del Trabajo.
Por ello, hemos estructurado un proyecto de iniciativa de reforma legal para que ningún padre o madre en México pierda su trabajo por acompañar a sus hijos en la difícil lucha contra el cáncer.
En otros países se ha impulsado exitosamente un decidido apoyo a padres de familia que se enfrentan a esta problemática, por ejemplo, España, con la tercera parte de la población que tiene México, legalizó estos permisos desde 2011 y gracias a ello 8,000 padres o tutores de menores diagnosticados con la enfermedad han conservado su empleo.
El pasado 25 de septiembre presentamos públicamente este proyecto en el Foro “La lucha es de todos”, el cual lleva el mismo nombre de nuestra iniciativa. senadores, diputados, funcionarios del gobierno federal, médicos, activistas, empresarios y, por supuesto, papás y mamás de menores que luchan contra el cáncer infantil, participaron en el evento.
Te pedimos que te unas a este movimiento y firmes nuestra iniciativa en change.org.
Te necesitamos para llevar las voces de estos padres y madres al Congreso en México porque, “La lucha es de todos”.