El Zorro

Érase una vez El Zorro. Por: Kenji López Cuevas.

En octubre de 2015, buscando un disfraz para ir al “Laloween” (fiesta de cumpleaños del capitán del equipo de los Socios del Ritmo, CDS, Eduardo Dergal), pensé en ir disfrazado de El Zorro. Nunca imaginé que un amigo mío médico, al ver las fotos que subí, luchando contra Chucky en dicha fiesta con temática de Halloween, me pediría ir así a visitar a sus pacientes al hospital. No lo pensé dos veces.

El siguiente mes fui al Instituto Nacional de Pediatría (INP) a visitar a los pequeños grandes guerreros que luchan contra el cáncer, así, disfrazado de El Zorro, dándoles ánimo y mostrándoles cómo vencer obstáculos. Las niñas y niños no identifican al personaje como de ficción, por lo que les resulta mucho más fácil creer que en verdad es un defensor de la justicia y que los visita para animarlos en su batalla.

El Zorro tiene una dinámica. Primero rompe el hielo con las enfermeras, de las que ha recibido muchas invitaciones para salir. Después se presenta con los papás de los guerreros, para posteriormente explicarles que El Zorro ha llegado al hospital para pelear junto a ellos contra el cáncer. Les enseña a hacer la tradicional “Z” con su espada y después se toma fotos tanto con el personal médico como con los guerreros y sus familias.

Después, El Zorro les dice que debe irse pues, aunque dejó bien estacionado a su caballo “Tornado”, está a punto de acabársele el parquímetro y no quiere que se lo lleve la grúa.

Este es El Zorro, un personaje que le hace frente al cáncer sin temor y sin titubear. Él sabe, por experiencia propia, que el ánimo de las personas que enfrentan esta enfermedad es fundamental para librar la batalla, por eso visita hospitales prometiendo a los pacientes pelear juntos contra el cáncer.