La primera vez que lo vimos internado en el Instituto Nacional de Pediatría (INP) todavía no cumplía el año de edad, y ya era el ejemplo más grande que hemos visto de un valiente guerrero. Ese día lo visitó El Zorro, a quien Nico desarmó por completo utilizando un arma infalible: su sonrisa.
Se llama Nico, y en sus primeros meses de edad fue diagnosticado con un tumor en su cuerpecito. La fuerza de este chaparrito llamaba la atención en todo el hospital, y después de conocer a sus papás, Karen y Jorge, entendimos de dónde provenía esa energía: de una familia unida y llena de amor.
A finales del 2015, los Socios del Ritmo organizamos la primera Mini Olimpiada en el Parque El Batán e invitamos a muchos papás con sus niños atendidos en cancerología del INP. La sorpresa más grande que tuvimos fue ver llegar a Karen y a Jorge con sus dos pequeños, Pablito y Nico. Nico fue al parque con un pequeño tanque de oxígeno pero con una gran sonrisa dibujada en su carita. Ese día, Pablito concursó en todas las disciplinas deportivas en representación de su pequeño hermano y ganó para él muchos premios.
Nico se ha convertido en una fuente de inspiración para todos, pues al pasar de los meses y a más de un año de haberlo conocido, ha recobrado su salud, siendo no sólo un ejemplo, sino el testimonio de ser un verdadero milagro.
¡Te mandamos un gran saludo, Nico! ¡Eres una inspiración para todos!