Un ángel llamado Pao

El corazón de Paola es uno de los más bondadosos que hemos conocido. Ella, aún con el padecimiento de un agresivo osteosarcoma que la llevó a perder su piernita derecha, jamás dejó de sonreír o de dar. Nunca olvidaremos cuando una semana antes de jugar una final de liga, a cada uno de los Socios del Ritmo, nos regaló una pulsera hecha con sus propias manos.

Pao fue una niña inteligente, noble y con un corazón que no cabía en este mundo.... Era un ángel.

Siempre tuvimos nuestras sospechas de que en esa sillita de ruedas, Pao guardaba unas hermosas alas. Hace unos meses ella volvió a usarlas para regresar a un lado de Dios, pero su recuerdo sigue entre nosotros para impulsarnos a seguir en esta lucha. Por ti, princesa, seguiremos arriba de este ring.