Anualmente en México se diagnostican alrededor de 14 mil casos de mujeres con cáncer de mama; el 43% muere; cada 30 segundos detectan este mal en el mundo.
“¿Ya saben lo que me hicieron?” preguntó Tere a su esposo e hijos tan pronto como despertó en su habitación del hospital, después de haber pasado cinco horas en el quirófano.
A Tere le acababan de practicar una mastectomía radical en el seno izquierdo. No se trató de la extirpación de una simple bolita, versión que Tere dio a sus hijos, como cualquier madre haría para no preocupar a los suyos. Era cáncer.
En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la lucha contra el Cáncer de Mama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en México se diagnostican, anualmente, alrededor de 14 mil casos de mujeres con esta enfermedad y cerca del 43 por ciento fallece.
La OMS expone que este tipo de cáncer es el más frecuente en las mujeres, tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, y que cada 30 segundos se detecta esta enfermedad en el mundo.
El organismo ubica como piedra angular del control del cáncer de mama a la detección precoz, la cual puede mejorar el pronóstico de la enfermedad y la propia supervivencia.
Para Tere, esa fue la clave para contar su historia el día de hoy: su examen de autoexploración mensual. En enero de este año, ella notó algo extraño en su seno izquierdo. De inmediato acudió a consultar al oncólogo, quien le indicó la necesidad urgente de practicar una mamografía con examen clínico. Tras recibir los resultados, el médico confirmó el diagnóstico: un tumor canceroso de ocho meses de evolución que comenzaba a diseminarse.
Tere comparte que cuando el especialista les proporcionó a ella y a su esposo los resultados de los análisis, no pensó en otra cosa más que en el deseo de seguir viviendo, y valientemente le dijo al médico: “Quíteme el seno, doctor, y si es necesario, quíteme los dos, yo lo que quiero es vivir”.
De acuerdo a información reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre las mujeres mexicanas, la tasa de morbilidad hospitalaria más alta es debida al cáncer de mama, que afecta principalmente a las mujeres de 50 a 59 años y a las de 60 a 64 años (156 y 158 de cada 100 mil mujeres de cada grupo de edad, respectivamente).
Al principio, Tere quería encontrar la razón de su enfermedad. Se preguntaba si su genética era la causa, pues su abuela materna también lo padeció, aunque cuando Elisa, una mujer en edad avanzada, se atrevió a hablar de la deformación en su seno, su tumor en estadio IV, ya había causado metástasis.
Los factores de riesgo del cáncer de mama son los antecedentes familiares, la exposición prolongada a estrógenos endógenos, la menstruación precoz, la menopausia tardía y la edad madura para el primer parto, así como el consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad.
Actualmente, hablar del cáncer de mama es mucho más natural que lo que implicaba hacerlo algunos años atrás. La preocupación, la vergüenza y el dolor por enfrentar esta enfermedad, se han ido transformando gracias a la apertura e información que existen respecto al tema.
Tere lo confirma: “Saber que más mujeres están en la misma batalla que yo, y que no se dan por vencidas, me llena de fuerzas para seguir adelante”.
Ahora las mujeres no sólo hablan del tema, algunas incluso muestran cómo ha sido su lucha. El pasado 13 de junio, la red social Facebook eliminó una política que prohibía publicar fotografías de mujeres que se habían sometido a algún tipo de mastectomía (parcial o radical). Lo anterior, gracias a la gestión de un grupo de activistas de The SCAR Project (El Proyecto CICATRIZ), una exposición fotográfica de mujeres guerreras que enfrentan al cáncer de mama y que muestran, orgullosas, las cicatrices de sus batallas.
Tere sigue en tratamiento para vencer al cáncer. Cada martes, desde hace ocho meses, se somete a un proceso de quimioterapia. Y aunque la medicina hace su parte, ella asegura que en esta guerra contra el cáncer va a salir vencedora gracias a que posee dos infalibles armas: el amor de su familia y su inquebrantable fe.
Tere es una valiente mujer que lucha cada día por su vida. Es una amorosa esposa, una ejemplar hija, una cariñosa hermana, una solidaria amiga, y también es mi mamá.
Tere Víctima de cáncer
“Quíteme el seno, doctor, y si es necesario, quíteme los dos, yo lo que quiero es vivir”